Siempre se ha dicho que cuando escuchas una canción te viene el recuerdo de alguien.
También solemos tener una canción preferida que escuchamos en determinados momentos. Yo tengo esa canción que me gusta escuchar principalmente cuando siento esa sensación de soledad que te evade del lugar en el que estás y te aleja por completo de las personas que te rodean. Esa canción describe tal cual como me siento en dicho momento y me trae a la mente el recuerdo de personas que son importantes para mí y sin las que no podría vivir. Es un breve pasaje de mi vida que aporta algo de cada ser que ha pasado por ella dejando una huella en mi, pero también me enseña a comprender quienes son los que están ahora ahí.
Aún así, siempre hay una persona especial que aborda por completo tu mente y tu corazón, que sobresalta por encima de los demás y que te saca inconscientemente esa leve sonrisa que enmarca tu cara. Es aquella persona que no conoces de toda la vida pero que se ha ido ganando poco a poco un trocito de ti, aquella persona que tal vez no pienses que te importa pero que si desaparece de tu vida por algún motivo hará que te des cuenta que es la causa por la que tus ojos brillan, tus manos sudan y tu corazón se acelera cada día cuando se encuentra a centímetros de ti.